El primer paso para comprender y orientar
La primera sesión es un espacio seguro para entender qué te ocurre y decidir, con claridad, los siguientes pasos. No se trata de “empezar a tratar” sin más, sino de comprenderte en profundidad.
Durante la evaluación clínica, el terapeuta escucha activamente, realiza preguntas específicas y puede utilizar herramientas clínicas. Con ello obtenemos una visión clara del malestar, de cómo se ha ido construyendo y de los recursos personales que ya tienes para afrontarlo.
¿Por qué realizar una evaluación psicológica?
Porque a veces sabemos que algo no va bien y cuesta ponerlo en palabras.
Porque diferencia un momento de estrés de un problema que requiere acompañamiento.
Porque evita tratamientos genéricos y permite un plan adaptado a tu historia y contexto.
Porque una mirada profesional ayuda a ordenar lo que sientes y piensas.
La evaluación no busca poner etiquetas, sino entender con profundidad.
¿Qué ocurre en esta primera etapa?
Escucha activa
Puedes contar libremente qué te está pasando, sin juicios ni presiones.
Recogida de información
Antecedentes, momento actual, cambios recientes, síntomas y preocupaciones principales.
Áreas clave
Detección de focos de trabajo: emocional, conductual, relacional, cognitivo, etc.
Primeras orientaciones
Definimos el tipo de intervención útil y trazamos un plan conjunto.
Un espacio para empezar a entender
Pedir una primera sesión no significa que haya “un gran problema”: significa que te priorizas y buscas claridad. La evaluación clínica es un espacio cuidado y profesional para poner en palabras lo que pasa, ordenar el malestar y trazar un camino terapéutico adaptado a ti.
¿Damos el primer paso?
Escríbeme y te orientaré sobre el proceso y la mejor manera de comenzar.
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